INTRODUCCIÓN
En
este módulo el objetivo principal es
conocer como el continente
americano se fue poblando y ocupando en toda su extensión territorial por
países europeos.
Esto
lo conoceremos atreves de todo antecedente histórico, donde se mencionara con las culturas que entraron por todo el
continente, donde este proceso implicaría la desaparición de grandes imperios americanos, particularmente
con el imperio Azteca e Inca, dando paso a
dos grandes centros de civilización.
De
esta manera se nos enseñara y explicara con las colonizaciones en américa como
referencias de la española, francesa, y portuguesa por mencionar.
Por consecuencia hablaremos
del descubrimiento, la conquista
y colonización de México, pero sobre todo de su independencia, para continuar
con el periodo del Porfiriato durante el
cual estuvo bajo control precisamente por, Porfirio Díaz.
También explicaremos el acontecimiento
político y social más importante del siglo XX siendo con el inicio de la
revolución mexicana con sus antecedentes económicos, culturales así como de sus
gobernantes.
DESARROLLO
CONQUISTA
Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA
La invasión
y colonización de América se
refiere al proceso histórico por el cual diversas potencias europeas conquistaron y establecieron sistemas
de dominación colonial en el continente
americano, desde finales del siglo
XV hasta el siglo XIX. Este proceso implicó la
desaparición de los grandes imperios americanos, particularmente el Imperio inca y el Imperio
azteca, así como el colapso
demográfico de la población americana. Simultáneamente, las potencias
coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América,
principalmente el español, el inglés y el portugués.
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS
América
fue poblada y ocupada en toda su extensión, muy probablemente por culturas
asiáticas que ingresaron al continente por el área de Beringia, en el
norte. La población americana, realizó dos revoluciones
neolíticas originarias, en Mesoamérica y en Norte
Chico (Perú), que expandirían culturas agro cerámicas por todo el
continente y generarían dos grandes centros de alta civilización.
Las
culturas y civilizaciones en América surgieron y se desarrollaron sin contacto
con las culturas y civilizaciones africanas, asiáticas y europeas, por lo que
resulta adecuado hablar de la existencia de dos mundos: los llamados
"mundo antiguo" (africano, asiático y europeo) y "nuevo
mundo" (americano). Las culturas mesoamericanas habían denominado a la
tierra que ellos alcanzaron a conocer con los nombres de Abya
Yala o Cem Anahuac.
Se
sabe de la existencia de los restos de un efímero
asentamiento vikingo en el artico canadiense. Por esta razón en los
Estados Unidos, se celebra como fiesta nacional, el día del explorador
vikingo Leif Eriksson, en memoria de los primeros noruegos en arribar a
los Estados Unidos de América.
COLONIZACIÓN ESPAÑOLA DE AMÉRICA
En contraposición de otros
colonizadores a lo largo de la historia como ingleses, portugueses u holandeses
los colonizadores españoles desde un primer momento aceptaron a los indígenas
como personas dotadas de alma y por ello centraron parte de su esfuerzo en
adoctrinarles y convertirles a la religión, la cual creían salvaría sus almas,
la católica.
El papa Alejandro VI, en sus bulas
Inter Caetera estableció la obligación de la Corona de Castilla de convertir a
todos sus súbditos, incluidos los amerindios, al cristianismo, en su vertiente
católica romana. Las tareas para lograr la conversión se realizaron mediante
una gran variedad de procedimientos y una considerable cantidad de misioneros
de distintas órdenes partieron de España hacia América a tal fin.
Los métodos adoptados para obtener la
conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas empleadas para la
cristianización de los indios fue la conocida como doctrina; se trataba del compromiso
adquirido por el conquistador para que fueran evangelizados (adoctrinados)
todos los indígenas que le habían correspondido en sus repartimientos; los
niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos
tres días a la semana.
El convento fue el centro neurálgico
de la evangelización y en torno a él se configuraron numerosas poblaciones. En
él atendían los religiosos a las necesidades espirituales de los nuevos
cristianos al mismo tiempo que a las materiales, ya que junto a las
dependencias de culto y habitación de los frailes, disponían de enfermerías,
escuelas y talleres. Los mismos misioneros desempeñaron un importante papel en
la aculturación del indígena, al poner un especial empeño en su incorporación a
las actividades artesanales de tradición europea, como parte destacada de su
educación.
La escuela de San José de los
Naturales, creada por los franciscanos en México, o las organizadas por el
obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro (Michoacán) son una constante referencia para
comprender diferentes proyectos de vida para el indígena a partir de su
incorporación al cristianismo. En ellos están presentes muchas de las ideas
procedentes de los movimientos utópicos de la edad media y del renacimiento,
que encontraron en América un terreno propicio para su puesta en práctica.
Con la llegada de los europeos
cristianos a América, se originó un intenso debate teológico y legal sobre la
naturaleza de sus habitantes para su incorporación, expulsión o destrucción
mediante la guerra de los territorios que serían dominados por el Imperio
español. Esta polémica se saldó con la oposición de la Corona española a su
esclavitud y la incorporación de los nativos americanos como súbditos de la
Corona española con todos sus derechos. Otras potencias europeas como
Inglaterra y Portugal no los considerarían como iguales y en los territorios
dominados por ellos el trato seria de esclavitud.
Así, desde comienzos del siglo XVI,
teólogos y filósofos como Juan López de Palacios Rubios o Matías de la Paz desde
la Universidad de Salamanca y Martín Fernández de Enciso o Bartolomé de las
Casas desde los propios territorios americanos, enfrentan el problema de la
naturaleza de los nuevos pobladores desde diferentes visiones. Finalmente, en
1537 se promulga la bula Sublimis Deus del papa Pablo III, en la que se declara
a los indígenas como hombres en todas sus capacidades.
A partir de este momento las leyes de
la Corona Española establecieron que los indígenas americanos (amerindios) no
serían sometidos a la esclavitud, sino a un régimen de servidumbre denominado "encomienda",
mediante el cual eran dados a "encomendadores" españoles.
El régimen de encomienda establecía
que los indígenas debían trabajar obligatoriamente para el encomendero, al
mismo tiempo que este se obligaba frente a la Corona del cuidado y
"evangelización" de los indígenas. Sistema similar al de la España
del siglo XVI, ya que a diferencia de otros países europeos como Rusia o
Inglaterra en sus colonias, no existía la esclavitud.
Más allá de las intenciones y las
circunstancias históricas, la encomienda fue un sistema que también recibió críticas,
el más conocido de los críticos del sistema de encomiendas fue Fray Bartolomé
de las Casas, en cuyos escritos, exagerados para muchos historiadores, encontraron
las diferentes potencias europeas enemigas en aquel entonces de España, y los
enemigos actuales de España, la semilla del origen de la leyenda negra.
La colonización española aporto una
gran cantidad de recursos a sus nuevos territorios que fueron tratados desde un
primer momento como una provincia más del territorio de la corona castellana,
mandando al nuevo mundo artesanos, artistas, misioneros, profesores e hicieron
construir hospitales, escuelas, iglesias, catedrales que hoy en día se conservan
y forman parte del patrimonio cultural de América.
Este hecho se puede constatar hoy en día con
la diferencia entre el legado de la conquista española y el de la inglesa (que
sustituyó a la holandesa). Estas dos últimas fueron enfocadas exclusivamente hacia
el beneficio material, comportando la aniquilación de las culturas existentes,
como está demostrado en los Estados Unidos donde la población indígena
prácticamente no existe ya que fue exterminada en su casi totalidad, en contra
de lo que ocurrió en las colonias españolas (con pequeñas excepciones).
COLONIZACIÓN
FRANCESA DE AMÉRICA
Los procesos de colonización francesa se iniciaron a principios del siglo XVII. Durante el siglo anterior,
los franceses habían intentado infructuosamente asentarse en territorio norteamericano y, a pesar de las dificultades,
durante el siglo XVI los barcos pesqueros franceses
visitaban con regularidad la costa atlántica del norte del continente. Esto venía
motivado principalmente por la demanda de pieles en los mercados europeos y, por ello, los comerciantes
franceses iniciaron un lucrativo negocio con los aborígenes norteamericanos
A principios del siglo XVII, Samuel de Champlain fundó puestos comerciales en Nueva Escocia, Annapolis y Quebec (primera colonia francesa, fundada
como parte de una factoría peletera) en la actual Canadá. Champlain no dudó en apoyar a
sus aliados comerciales, los hurones, en sus guerras con otros pueblos
indígenas del este de Norteamérica.
Otra colonia francesa fue fundada en Montreal, desde donde comenzó la
exploración de la zona de los Grandes
Lagos y del río Mississippi por parte de René Robert Cavelier de La Salle. A
diferencia de los primeros colonos ingleses, que se quedaron en las costas y
utilizaron intermediarios para comerciar con los indígenas, los franceses se
adentraron en los bosques con la intención de ampliar las fronteras comerciales
y religiosas con los nativos. Por ello, para la primera mitad del siglo XVIII había establecimientos franceses en Detroit, Niágara, Kaskaskia y Cahokia,
en los territorios de Illinois y Nueva
Orleans, en los actuales Estados
Unidos de América. Estos puestos le proporcionaron a Francia el control de un
territorio que se extendía desde Canadá hasta Luisiana.
Esto influyo en el desarrollo de todo el continente.
El gobierno francés también fomentó el
establecimiento de colonias en el Caribe:
en el transcurso del siglo XVII, conquistó las islas de Saint Christopher,
Saint Croix, Saint Bartholomew, Grenada, Saint Martin, Tortuga, Marie Galánte y
la parte oeste de La Española que se llamó Saint Domingue (Haití).
La importancia de las colonias
francesas fue básicamente económica y militar. Se encontraban cerca de las
principales rutas de navegación españolas, lo que permitía interceptar sus
barcos y establecer comercio.
Las islas francesas tenían una
economía conocida como "de plantación",
basada en la producción y exportación de azúcar, algodón, cacao y tabaco.
Por otro lado la mano de obra esclava también generaba grandes ganancias.
Eventualmente las colonias francesas tuvieron mayor población esclava que
blanca, uno de los factores que favorecieron su prosperidad económica.
EL RÉGIMEN COLONIAL FRANCÉS
Originalmente las instituciones
administrativas del régimen colonial francés se asemejaron a las del inglés, ya
que los contratos comerciales de colonización otorgaban gran libertad a los corredores de los bosques, como
llamaban a los cazadores de pieles preciosas.
Con el tiempo esto cambió, y se nombraron
gobernadores que disfrutaron de prerrogativas similares a las capitanías
generales del Brasil (véase "Colonias portuguesas en
América") o los adelantados y primeros gobernadores de las colonias
españolas. Sin embargo, para la segunda mitad del siglo XVII se impuso un
régimen centralizado; más acorde con las ideas de Luis XIV, rey absolutista: Canadá fue
convertida en provincia francesa, bajo el mando de un
gobernador general supeditado al monarca, y el territorio fue dividido en
señoríos que se otorgaron a nobles de la corte.
Estos señoríos se subdividían en
parroquias bajo la autoridad del cura o párroco y del jefe militar. Numerosos
intendentes o funcionarios con poderes militares, fiscales y judiciales
mantenían el rígido centralismo de la metrópoli francesa. Ese mismo régimen se
impuso en las otras colonias francesas a partir de esta época.
COLONIZACIÓN
HOLANDESA DE AMÉRICA
Desde mediados del siglo XVI,
comerciantes holandeses incursionaron en las colonias
españolas de las Antillas, estableciéndose en las Antillas Menores (Curazao) y
en zonas de Brasil de donde fueron expulsados en 1654.
Aunque permanecieron en Surinam y parte de las Guyanas, donde desarrollaron durante
los siglos XVII y XVIII una economía de plantación para abastecer de productos
tropicales a Holanda. El
desarrollo del sistema de plantación en estas colonias fue tan grande, que
condujo a una de las mayores concentraciones de esclavos en el siglo XVII y a
una feroz lucha de los esclavos por su libertad.
En América del Norte comenzaron su
entrada para el 1609, cuando
Henry Hudson, un navegante inglés al servicio de una compañía holandesa, navegó
por el río que hoy lleva su nombre, ubicado en el actual estado de Nueva York. Para 1621, la Compañía Holandesa de las
Indias Occidentales había establecido puertos comerciales en las cercanías de
los ríos Delaware y Conncecticut como en Nueva York y Albany.
Las fricciones comerciales entre las
colonias holandesas y las inglesas no se hicieron esperar. Los holandeses
reclamaban el territorio de Connecticutt, a pesar de no conseguir su total
dominio. En 1650, se vieron
forzados a cederle a los ingleses la parte este de Long Island.
Entre ambas colonias surgieron
disputas fronterizas y reclamos de violaciones a los acuerdos comerciales.
Finalmente, en la década de 1660,
cuando estalló la guerra entre Holanda e Inglaterra, Nueva Holanda fue
absorbida por los ingleses.
En cuanto al régimen administrativo
implantado por los holandeses durante la época colonial se puede mencionar que
en sus orígenes fue similar al inglés y al portugués dado el carácter de
fábricas o establecimientos comerciales que tuvieron sus efímeras colonias. Sin
embargo, la colonia que durante varios años lograron establecer en Brasil fue
gobernada por un miembro de la familia real. En las islas que conservó se
estableció años después, un gobierno más subordinado a la Corona holandesa.
Al fin, las colonias holandesas en
América fueron efímeras, poco duraderas ya que sus intentos fueron frustrados
por ingleses y portugueses, de ahí que sólo permanecieran con algunas
posesiones del Caribe.
COLONIZACIÓN
INGLESA DE AMÉRICA
Previo a la llegada de los ingleses a
América, existían civilizaciones indias con estructuras sólidas que se habían
forjado durante varios años. Para los ingleses, los habitantes de dichas
civilizaciones no eran considerados humanos. Motivado por sueños de oro y
gloria, apareció un nuevo tipo europeo: el colono anglosajón. Este nuevo
personaje representaba la mayor referencia de poder frente a los pueblos
sometidos, ya que la mayoría de personas fueron espectadores de las masacres
cometidas en el actual Estados Unidos y el Caribe.
Se podría decir que fue una de las
colonizaciones más violentas y brutales de la humanidad, los españoles
intentaban convertir a los indígenas al Catolicismo, los portugueses trataban
de controlar los puertos de Brasil para así comerciar con sus colonias
africanas, pero los ingleses creían que los indígenas de América debían ser
borrados del continente y repoblar el continente con ingleses "puros".
La historia que sigue a partir de esto
es la de opresión, abuso e imposición de nuevos modos de vida para los
americanos. En cuanto al ámbito económico y político fue totalmente manipulado
para los beneficios europeos, dejando a los intereses indígenas totalmente
subordinados y sin valor social. Por lo que se transportaron a más de 40.000
esclavos negros a través del Atlántico con la idea de poder aumentar el número
de trabajadores y crecer en sociedad.
COLONIZACIÓN
PORTUGUESA DE AMÉRICA
La colonización portuguesa de América
comenzó motivada por razones económicas y estratégicas. Por un lado las económicas
a causa de la mercancía en las ganancias en el comercio con el Oriente y las
posibilidades mercantiles del "árbol de Brasil", de cuya corteza se
producía un tinte rojo usado para teñir textiles. Por el otro estratégicas, por
el temor a una invasión española o francesa a su territorio.
En 1530,
la corona portuguesa envió a Martín
Alonso de Souza a expulsar a los
franceses que rodeaban las costas de Brasil, ya que eran tierras que
pertenecían a Portugal desde 1500,
cuando el navegante portugués Pedro
Cabral había pisado esos
territorios.
En 1533, Juan III de Portugal, dividió el
territorio de Brasil en 15 franjas o capitanías, de 150 millas de ancho cada
una, lo que influyó en el carácter privado de la colonización portuguesa. Estas
capitanías fueron repartidas u otorgadas a nobles portugueses de forma
vitalicia y hereditaria a fin de obtener el mayor rendimiento con el mínimo de
costos para la metrópoli.
Los nobles que recibieron las mismas
se comprometieron a evangelizar a los aborígenes, reclutar colonos, y a
desarrollar económicamente la capitanía. Durante 19 años la administración de
las capitanías estuvo a cargo de los nobles, pero, en 1549, el rey nombró un gobernador
general o "Capitan mayor" representante del rey que administraría
toda la colonia.
El propósito de este gobierno era que el rey
de Portugal gobernara a Brasil con el asesoramiento del Consejo
Ultramarino, además de unificar el gobierno colonial. Sin embargo, aunque se
pretendió quitar poderes a los capitanes generales, realmente continuaron
dominando la colonia. Ellos, perdieron solamente facultades políticas pero
mantuvieron sus privilegios económicos y continuaron con la esclavitud
indígena.
Desde los comienzos de la
colonización, una de las actividades principales realizada por los
terratenientes o capitanes generales en Brasil, fue las cacerías indígenas con
el fin de esclavizarlos. Estos organizaron compañías militares o bandeiras que
se organizaron para realizar expediciones al interior del territorio y de la Selva amazónica, en busca de humanos
para esclavizarlos. Aun así, los indígenas no fueron suficientes para la mano de
obra por lo que recurrieron al uso de mano de obra africana (negros) a partir
del 1530.
CONQUISTA Y COLONIZACIÓN DE MÉXICO
EL MÉXICO AZTECA Y EL COLONIAL
La fundación de Tenochtitlan tuvo lugar hacia 1325 por los
aztecas de la familia náhuatl, que, procedentes del norte, llegaron en busca de
mejores climas y más fáciles medios de vida.
Según la leyenda, el emplazamiento estuvo determinado por el
hallazgo de un águila en lucha con una serpiente sobre un nopal, imagen que ha
pasado a formar parte de las armas nacionales. Otras ciudades existían en la
región (Tacubaya, Texcoco, Tlaxcala), pero ninguna era tan importante y bella
como Tenochtitlan. Bernal Díaz del Castillo describió sus canales y sus grandes
edificios.
La isla sobre la que se encontraba la ciudad se comunicaba
con tierra firme por tres calzadas que todavía subsisten, convertidas en calles
o caminos:
·
La meridional a Ixtapalapa,
por donde entraron los españoles.
·
La occidental a Tlacopan,
por donde tuvo lugar la retirada de Cortés.
·
La septentrional, actual
calzada a Guadalupe, que llevaba hasta Tepeyac.
Las calzadas se interrumpían por canales, salvados mediante
puentes levadizos, y estaban orladas por verdaderos jardines, flotantes, de los
que son los últimos representantes las Chinampas de Xochimilco.
LA CAPITAL
AZTECA
La ciudad era, según las descripciones
de los contemporáneos, una de las mayores y más bellas de la época. En el
momento de la Conquista se calcula que en lo que hoy es el Distrito Federal
vivían de 570.000 a 600.000 personas. Habitaban casas de adobe rojo muy poroso,
pero no faltaban los edificios monumentales, palacios y templos.
Las casas tenían dos pisos y forma
cuadrada, con un patio central adornado por pórticos y fuentes. Los espacios
vacíos eran escasos y las calles, estrechas y tortuosas, estaban interceptadas
por un laberinto de canales (72 según Francisco Cervantes Salazar), que
cruzaban puentes; existía una doble comunicación, por agua y tierra, que hacia
recordar a Venecia.
Los barrios o calpulli tenían una clara estratificación
social y funcional, visible en el hecho de que cada calle estaba ocupada por un
oficio o profesión. Un sistema de diques protegía la ciudad contra las
inundaciones, como el famoso de Moctezuma, de 12 km de largo y 20 m de anchura.
Tenochtitlan tenía como centro al gran teocalli, situado cerca de
donde hoy se eleva la Catedral: era el templo dedicado al dios de la guerra,
Huitzilopotchtli, y al de las lluvias, Tláloc. Al oeste estaba el palacio de
Moctezuma; al este, el de Axayácatl y el palacio nuevo de Moctezuma, Xocoyotzin;
y al norte el tianquixtli,
famoso mercado de Tlatelolco. El abastecimiento de agua estaba asegurado por
los manantiales de Chapultepec.
Al norte de la plaza mayor salía el
camino real hacia Tlatelolco (conquistado en 1473 por Tenochtitlan, que poseía
otra gran plaza, dominada por el templo de Huitzilpochtli y la pirámide mayor;
tenía gran interés por ser la sede de un importante mercado (la venta se
realizaba por intercambio), y los granos de cacao desempeñaban el papel de
moneda circulante).
La situación de la ciudad hacía que no
fueran necesarias las fortificaciones; sólo los templos y las principales
mansiones tenían gruesos muros de piedra y se asentaban sobre plataformas. Los
cuatro barrios de la ciudad no seguían una traza determinada, y las casas eran
distintas según la posición social de los habitantes (unos 30.000 en el momento
de la conquista); las chinampas albergaban chozas con techo de paja cubierta de
lodo y paredes de varas.
Las casas principales, asentadas sobre
plataformas para protegerse de las inundaciones, eran de adobe o de piedra, no
tenían ventanas y poseían un patio interior. No hubo casas de dos pisos hasta
después de la conquista.
Los aztecas habían resuelto el
problema del saneamiento. El abandono de sus métodos por los españoles causó
graves problemas. Desde mediados del s.XV la ciudad contaba con un dique en la
zona oriental para evitar el desbordamiento del lago en épocas de lluvia, y con
dos acueductos, el de Chapultepec y del Coyoacán.
ECONOMÍA
AZTECA
La agricultura constituía su base.
Cultivaban gran número de especies pero el cultivo esencial era el maíz. La
ganadería era muy pobre. Entre los pocos animales domesticados estaban el pavo
y una especie de perro criada para consumir su carne.
El desarrollo de la población del valle de
México condujo a una situación de falta de tierras que ocasionaron guerras y
emigraciones. Los aztecas llegaron tardíamente al valle, se vieron obligados a
residir en las islas e idearon el sistema de islas artificiales o chinampas,
que les permitió aumentar sus tierras de cultivo y alimentar a su creciente
población.
Otra forma de incrementar sus recursos
agrícolas fue obligar a los pueblos vencidos a trabajar, destinando parte de su
tierra para sostener el estado y el clero. La manufactura se hallaba en un
estado artesanal muy primitivo.
La mayor parte de los hogares eran
autosuficientes pero había cierta especialización entre los poblados que
generaba un pequeño intercambio.
Los calpixque eran los administradores
y recaudaban los tributos. La confederación estaba organizada de tal manera que
todos los estados eran independientes en todo, salvo en su proyección exterior.
La relación entre pueblos
conquistadores y conquistados era muy variable, dependiendo de la forma en que
se había producido la anexión. Vivieron en un estado de guerra continuo.
Razones religiosas, económicas e históricas hicieron de la guerra un elemento
esencial de su cultura. Los pochteca o comerciantes sirvieron al mismo tiempo
de espías y de embajadores ante los otros pueblos de México.
En la clase dirigente estaban el Tlatoani y el
Ciuacoalt, como cabezas de la biarquía. Los tecuhtli, o jefes de diferentes
categorías, los pipiltin, o nobles por nacimiento, los calpuleque o jefes del
capulli y los quauhpipiltin, o nobles por méritos. Los nobles poseían sus
tierras por herencia o por concesión del estado, en pago a sus servicios, estas
tierras eran cultivadas por los mayeques.
ADMINISTRACIÓN COLONIAL
Capital de un virreinato que extendía sus dominios desde
California y Texas hasta Panamá,
México se fue, poco a poco, convirtiendo en una de las principales ciudades del
mundo. En 1600 tenía unos 15.000 h, de ellos 7.000 españoles.
A mediados del s.
XVIII tenía ya 90.000 y durante la segundad mitad de dicho siglo, merced a la
interesante labor del virrey conde de Revillagigedo, a quien muchos han llegado
a considerar como el verdadero fundador de la ciudad moderna, México empezó a
ser lo que es hoy.
Durante el gobierno del citado virrey se construyeron
numerosos edificios, se pavimentaron las calles y se proporcionó a la ciudad
alcantarillado y alumbrado público. Revillagigedo creó escuelas populares para
los indios, fundó la Escuela de Minas, mejoró la administración de justicia,
reorganizó la hacienda y la política, estableció un correo bisemanal entre la
capital y las intendencias provinciales y mejoró todos los caminos del país.
Con estas reformas la población aumentó y en 1790 dio la
cifra de 112.992 h, que unos años después Humboldt estimó en 137.000. La mitad,
aproximadamente, eran españoles, y existían unos 40.000 mestizos, mulatos o
negros y unos 10000 indios. México llegó entonces a ser la primera ciudad de
América y una de las mayores y más bellas del mundo.
Era el centro del comercio interior de las provincias de
Nueva España y también del de Ultramar por sus buenas relaciones con los
puertos de Veracruz y Acapulco. Humboldt la llamó la "ciudad de los
palacios"; estaba repleta de buenos edificios y contaba con más de cien
iglesias y cincuenta conventos. Las calles, rectas y anchas (14 varas), estaban
empedradas y enlosadas. Dos grandes acueductos de 900 arcos cada uno, hoy
destruidos, conducían el agua potable hasta una fuente monumental construida en
1779 por el virrey Bucareli.
CRONOLOGÍA
DE LA PRESENCIA ESPAÑOLA (SIGLO XVI)
1517 - Fuerzas al mando de Hernández
de Córdoba llegan a las playas de Yucatán, éste muere a causa de las heridas
recibidas en batalla contra los mayas.
La llegada de los españoles trajo
consigo enfermedades del Viejo Mundo desconocidas entre los mayas, incluyendo
la viruela, la influenza y el sarampión. En un siglo murió el 90 por ciento de
la población nativa de Mesoamérica.
·
1518
- Se introduce el cultivo de la naranja en Nueva España. Cuando terminaba el
año, Cortés partió de Santiago de Cuba con 11 naves.
·
1519
- Hernán Cortés comienza la
exploración de Yucatán. En noviembre entra en Tenochtitlan.
·
1520
- En abril el gobernador de Cuba envía a Pánfilo de Narváez a apresar a Cortés.
·
En
julio Cortés vence en la batalla de Otumba.
·
1524
- Hernán Cortés encuentra al pueblo de los Itzá, el último de los pueblos mayas
que permaneció sin ser conquistado por los españoles.
·
1524
- Llegan los primeros dominicos.
·
1528 - Los españoles comienzan la conquista de
los mayas del norte bajo Francisco de Montejo.
Los mayas contraatacan con
sorprendente vigor, manteniendo a los españoles a raya por muchos años.
·
1536
- Se funda el Colegio imperial de Santa Cruz para caciques.
·
1541
- Los españoles finalmente logran someter a los mayas y acabar con su
resistencia. Sin embargo las revueltas continúan, no dejando a los españoles
nunca en paz durante el resto del siglo.
·
1542 - Los españoles establecen la capital de
Yucatán en Mérida.
·
1553 - Se inaugura la universidad de México.
·
1554 - Se introduce el beneficio de patio en
la minería.
·
1555
- Se inicia la construcción de la catedral de Puebla.
·
1556
- Se edita el ordinario de la misa, primera edición musical mexicana.
·
1568
- Bernal Díaz del Castillo termina su Historia
verdadera de la conquista de Nueva España.
·
1571
- Comienzan las obras de la catedral de Guadalajara.
·
1572
- Llegan los primeros misioneros jesuitas.
·
1598
- Juan de Oñate termina de conquistar una amplia zona.
SIGLO XVII
·
1618
- Termina la construcción de la catedral de Guadalajara.
·
1650
- Lucas Méndez trabaja en el Retablo de la capilla de los Reyes de la catedral
de Puebla.
·
1665
- Se publica la primera Gaceta
de México.
·
1689
- Alonso de León explora Texas.
·
1695
- Las ruinas de Tikal son casualmente descubiertas por el sacerdote español
Fray Andrés de Avedaño y sus compañeros, quienes se habían perdido en la selva
del Petén.
·
1695 - Se inicia la construcción de la
basílica de Guadalupe.
·
1697 - La ciudad de Tayasal, capital de los
Itzá en el Petén, es tomada por los españoles. Así es sometida a la corona
española la última entidad política maya independiente.
SIGLO XVIII
·
1712
- Los mayas de los altiplanos de Chiapas se levantan contra el gobierno
mexicano.
·
1714 - Se inicia la construcción de la iglesia
de la Profesa.
·
1719
- J. de Balbás trabaja en el retablo de la capilla de los Reyes de la catedral
de México.
·
1720
- Se inicia la construcción del ayuntamiento de México.
·
1724 - La corona española suprime el sistema
de encomienda, que había dado a los terratenientes españoles el derecho a
forzar al trabajo a los indios.
·
1740
- Fundación de El Mercurio de
México (1740-1767).
·
1749
- L.Rodríguez trabaja en el sagrario de la catedral de México. 1789 - Creación
de un sistema restringido de comercio libre con Nueva España.
·
1764
- Establecimiento del estanco del tabaco.
·
1761 - Los mayas de Yucatán, encabezados por
Jacinto Canek, se levantan contra el gobierno.
·
1772
- Comienza la construcción de la iglesia de la Enseñanza.
·
1779 - Se construye la capilla del Pocito,
junto al santuario de Guadalupe. 1780 - F.J.Clavijero publica Historia antigua de México.
·
1783 - Se funda la Academia de San Carlos.
SIGLO XIX
·
1809 - Se inicia la catedral de Potosí.
1809 - Se inicia la catedral de Potosí.
·
1813
- Congreso de Chilpacingo: proclamación de la independencia de México. España
estaba sumida en el esfuerzo de la expulsión de Francia. Fernando VII, preso hasta entonces en
el castillo de Valençay, recuperó el trono de José Bonaparte.
·
En
1814. 1821 - México se independiza de España.
·
1823
- Las Provincia Unidas de América Central se separan de México.
·
1836
- Independencia de Texas.
INDEPENDENCIA
DE MÉXICO
La Independencia de México
fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las
armas, que puso fin al dominio español en los
territorios de Nueva España.
La guerra por la independencia
mexicana tuvo su antecedente en la invasión de Francia a España en 1808 y se
extendió desde el Grito de
Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército
Trigarante a la Ciudad de
México, el 27 de septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las
relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y
política derivados de las reformas
borbónicas, a los que se
sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un
malestar entre algunos segmentos de la población.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en
otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que
pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la
conjura de
Valladolid, descubierta
en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los conspiradores
de Querétaro estuvieron a
punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar
las armas el 16 de
septiembre en compañía
de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo
y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas,
pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las
fuerzas leales a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas
más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de
la esclavitud.
Pavón convocó a las provincias independentistas a conformar el Congreso de
Anáhuac, que dotó al
movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el
movimiento se redujo a una guerra de
guerrillas. Hacia 1820,
sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la sierra Madre
del Sur y en Veracruz.
La rehabilitación de la Constitución
de Cádiz en 1820 alentó el
cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado
el dominio español. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquitas
decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron
aliarse con la resistencia insurgente.
Agustín de
Iturbide dirigió el
brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo
encontrarse con Vicente
Guerrero. Ambos
proclamaron el Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones
insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España.
Finalmente, la independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821.
Tras esto, Nueva España se convirtió en el Imperio
Mexicano, una efímera
monarquía católica que dio paso a una república federal en 1823,
entre conflictos internos y la separación de América Central.
Después de algunos intentos de reconquista, incluyendo
la expedición de Isidro Barradas en 1829, España
reconoció la independencia de México en 1836, tras el
fallecimiento del monarca Fernando VII.
PORFIRIATO
El porfiriato
o porfirismo es el periodo
histórico durante el cual el ejercicio del poder en México estuvo bajo
control de Porfirio
Díaz.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Al reelegirse
el presidente Lerdo
de Tejada, Porfirio Díaz decidió rebelarse militarmente contra
aquél. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba
de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos
del país.
El triunfo del Plan de Tuxtepec, lo llevó a
la presidencia de México para gobernar desde 1876 hasta 1911, con un breve
intermedio generado por el gobierno de su amigo Manuel
González.
En los 31 años de Porfiriato se construyeron en México más de 19,000
kilómetros de vías férreas gracias a la inversión extranjera; el país quedó
comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital
extranjero en minería, agricultura, petróleo, entre otros rubros y se impulsó
la industria nacional.
Con la entrada de José
Ives Limantour en Hacienda en 1893 surgió un
auge de las compañías enajenadoras de terrenos comunes baldíos, se modificó la
Constitución de 1857 para permitir
la reelecciones y se aprobó
la ley que otorgaba la gran explotación minera a los capitales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Liman tour,
tras la crisis de 1892, abrió el
país a la inversión extranjera y promovió la creación de nuevas industrias.
La corrupción, el fraude electoral y la represión fueron las
propuestas de la administración Díaz a las tensiones sociales, nacidas del
contraste entre una oligarquía poderosa,
controladora de los resortes económicos y políticos y una población de casi 13
millones de personas ligadas mayoritariamente a la tierra. La crisis de 1907 y las luchas
de sucesión en el seno del gobierno favorecieron el inicio de la revolución
mexicana, dirigida por Madero.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel
González por superar la educación en todos sus niveles; hombres
de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique
C. Rébsamen, Ignacio
Manuel Altamirano y Justo
Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los
jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de
maestros.
ACTIVIDAD MARÍTIMA Y PORTUARIA
Durante esta época la marina mercante nacional
recibió un impulso inusitado. Se legisló mediante códigos de fechas 1884 y
1889, se reconoció que la marina se encontraba en un estado deplorable.
El jefe del Departamento de Marina, de la Secretaría de Guerra y Marina, opina que la
Marina Mercante Nacional es una idea tan noble como levantada y por lo mismo,
había que fomentar la construcción de astilleros y de barcos para ella.
En 1897 fue inaugurada la Escuela
Naval Militar en la que se preparaban oficiales para la marina de
guerra. También se crearon las compañías Transatlántica Mexicana, la mexicana
de Navegación y la Naviera del Pacífico, que perduraron por varias décadas.
Al final del Porfiriato se intensificó el tráfico
marítimo en el Golfo de México, toda vez que
llegaban periódicamente buques de diez compañías navieras, entre europeas, estadounidenses y mexicanas.
Por lo que toca al Pacífico, solo una
línea inglesa y dos mexicanas daban servicio.
Con el crecimiento del tráfico marítimo hubo necesidad de
acondicionar varios puertos, como los de Veracruz, Manzanillo, Salina Cruz y
especialmente el de Tampico.
Motivo de preocupación del gobierno, fue el enlace de los
puertos con el interior del país y para ese fin se construyeron las vías
férreas que comunicaron a Veracruz con la capital, Salina Cruz y Coatzacoalcos; no se
concluyó la de México a Acapulco y solamente
una parte de la México a Tampico.
OBRAS DE LA SECRETARÍA DE COMUNICACIONES Y OBRAS PÚBLICAS
El 13 de mayo de 1891 se promulgó una Ley expedida por el
Congreso, virtud a la
cual se establecía la distribución de los quehaceres públicos del Poder
Ejecutivo en siete Secretarías de Estado, entre las que figuraba por primera
vez la de Comunicaciones y Obras Públicas, lo que viene a significar un cambio
en la política de construcción de caminos, considerándose que las carreteras y
su desarrollo eran indispensables para impulsar la economía del país.
A fin de organizar las instancias administrativas dispersas
que atendían los servicios de comunicación nacional, quedaron incorporados a
este nuevo Ministerio 12 sectores: Correos Internos, Vías
Marítimas de Comunicación o Vapores, Faros, Unión Postal
Universal, Telégrafos y Teléfonos,
Ferrocarriles, Monumentos, Carreteras, Calzadas y Puentes, Lagos y Canales, Consejería y
Obras con el Palacio
Nacional y Chapultepec, y Desagüe del Valle de México.
CULTURA Y SOCIEDAD
Ignacio
Manuel Altamirano fue un escritor y literato guerrerense que nació en 1834, con
ascendencia zapoteca. Estudió en Cuernavaca, y más tarde
se convirtió en profesor de latín. Durante la Guerra de Reforma combatió del
lado liberal. Su obra más conocida fue Clemencia. Tras varios años de trabajo
literario fue nombrado embajador en Italia. Murió en San Remo el 13 de febrero de 1893.
La literatura fue el campo
cultural que más avances tuvo en el Porfiriato. En 1849, Francisco Zarco fundó el Liceo
Miguel, que formó a poetas y escritores durante el resto del siglo XIX en México.
Los egresados de esta institución se vieron influenciados por el Romanticismo. Al
restaurarse la república, en 1867 el escritor Ignacio
Manuel Altamirano fundó las llamadas "Veladas Literarias", grupos de escritores mexicanos
con la misma visión literaria. Entre este grupo se contaban Guillermo Prieto, Manuel Payno, Ignacio Ramírez, Vicente
Riva Palacio, Luis G. Urbina, Juan de Dios Pesa y Justo Sierra. Hacia fines
de 1869 los miembros
de las Veladas Literarias fundaron la revista "El Renacimiento", que publicó textos literarios de
diferentes grupos del país, con ideología política distinta.
Trató temas
relacionados con doctrinas y aportes culturales, las diferentes tendencias de
la cultura nacional en cuanto a aspectos literarios, artísticos, históricos y
arqueológicos. Arte
y cultura en el Porfiriato
Como consecuencia de la filosofía positivista en México,
se dio gran importancia al estudio de la historia. El gobierno
de Díaz necesitaba lograr la unión nacional, debido a que aún existían grupos
conservadores en la sociedad mexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública, dirigido por
Justo Sierra usó la
historia patria como un medio para lograr la unidad nacional. Se dio
importancia especial a la Segunda Intervención Francesa en México, a la vez que
se abandonó el anti hispanismo presente en México desde la Independencia.
En 1887, Díaz
inauguró la exhibición de monolitos prehispánicos
en el Museo Nacional, donde también fue mostrada al público una réplica de la Piedra del Sol o Calendario Azteca. En 1908 el museo fue
dividido en dos secciones: Museo de Historia Natural y Museo de Arqueología.
Hacia principios de 1901, Justo Sierra
creó los departamentos de etnografía y arqueología. Tres años
después, en 1904 durante la Exposición Universal de San Luis —1904— se presentó
la Escuela Mexicana de Arqueología, Historia y Etnografía, que presentó ante el
mundo las principales muestras de la cultura prehispánica.
José
María Velasco fue un paisajista mexicano que nació en 1840, y se graduó
como pintor en 1861, de la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Estudió
asimismo zoología, botánica, física y anatomía. Sus obras
principales consistieron en retratar el Valle de México y también
pintó a personajes de la sociedad mexicana, haciendas, volcanes, y
sembradíos. Una serie de sus trabajos fue dedicada a plasmar los paisajes
provinciales de Oaxaca, como la catedral y los templos
prehispánicos, como Monte Albán y Mitla. Otras
pinturas de Velasco fueron dedicadas a Teotihuacán y a la Villa de Guadalupe.
El avance de la instrucción pública fue favorecido por el
positivismo, y por su representante mexicano Gabino Barreda. Durante el
Porfiriato se sentaron las bases de la educación pública, que siempre fue
respaldada por los intelectuales de índole liberal. En 1868, todavía
durante el gobierno de Juárez, se promulgó la Ley de Instrucción Pública, que
no fue aceptada por la Iglesia Católica.
Joaquín Baranda, ministro de
Instrucción Pública, desarrolló una campaña de conciliación con la Iglesia, y
aplicó a la educación el aspecto positivista, sin dejar de lado el humanismo. Se buscaba
que todos los alumnos tuvieran acceso a la educación básica, pero para ello se
tuvo que enfrentar a caciques y hacendados, además de la falta de vías de
comunicación en las zonas rurales. La instrucción primaria superior se
estableció en 1889 y tuvo por
objeto crear un vínculo entre la enseñanza elemental y la preparatoria.
LA POLÍTICA EXTERIOR
A la par de la búsqueda por la estabilidad política
mediante la reorganización y control del ejército y la pacificación del país,
el Presidente Díaz encaminó sus esfuerzos a obtener el reconocimiento
internacional. De las naciones europeas que había firmado la convención de
Londres – por la cual se originó la guerra de intervención- y con la que México
había roto relaciones diplomáticas-, Gran Bretaña fue la última en reconocer al
gobierno de Díaz (1884). España lo otorgó el mismo año en que el general
oaxaqueño asumió la presidencia, 1877, y Francia lo hizo en 1880.
Para el logro de sus objetivos en política exterior, el
Presidente Porfirio Díaz contó con la colaboración de expertos que se habían
forjado en las últimas décadas. Las dos figuras más importantes, fueron sin duda,
Matías
Romero e Ignacio Mariscal. El primero,
quien se desempeñó como Ministro de México en Washington de 1882 a 1898, logró
generar una política bilateral con los Estados Unidos aprovechando
las oportunidades comerciales que se abrían.
Mariscal, quien se
desempeñó por casi treinta años como Secretario de Relaciones de 1880 a 1910, Su
experiencia como ministro en Washington y Londres le permitió gestar una
política exterior que mirara lo mismo allende Bravo que allende al Atlántico.
En abril de 1878, Estados Unidos reconoció el gobierno
del presidente Díaz. Con la modificación de una serie de leyes México abrió sus
puertas a la inversión extranjera.
La respuesta del exterior no se hizo esperar: un gran
flujo de capital y tecnología surgió de las concesiones que el gobierno mexicano
otorgó a inversionistas extranjeros en forma de tasas de ganancias
garantizadas, exenciones de impuestos y reformas fiscales benéficas para los
inversionistas.
Las principales fuentes de capital extranjero invertido
en México durante el Porfiriato venían de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Estados Unidos compartía con México el interés por desarrollar sistemas de
comunicación que facilitaran el comercio e hicieran más estrechos los vínculos
económicos entre ambos países; por tal motivo, gran parte del capital invertido
en México estuvo dirigido hacia la construcción de una amplia red ferroviaria
que uniera a las principales ciudades del país y –mediante conexiones– se
extendiera más allá de la frontera norte hasta alcanzar importantes ciudades
norteamericanas.
El gobierno mexicano desarrollo una intensa actividad
diplomática basada, desde luego en la estrecha cooperación con Estados Unidos.
Con Washington se firmaron varios acuerdos. Se creó la comisión mixta de
reclamaciones para cuidar los intereses de ambos países, se constituyó también
la comisión internacional de límites. Como equilibrio político y económico
resultaba imprescindible para México, el gobierno porfirista amplio sus
horizontes hasta Europa. Las relaciones comerciales con Francia, España y Alemania alcanzaron un
nivel sin precedentes. Inglaterra, por su parte, se convirtió en el contrapeso
ideal en áreas estratégicas como la minería, los ferrocarriles y el petróleo.
Porfirio Díaz mandó de embajador al Japón a su propio
hijo porque ambos pueblos veían el auge del monstruo del norte como peligroso.
(Argumentando cercanía de raza al ser la cultura mexicana y japonesa
descendientes de la mongoloide que una rama cruzaría por el estrecho de Bering
y serían los antepasados de los aztecas, y diversas etnias amerindias). Incluso
en Centroamérica, la diplomacia mexicana actuó con independencia y se opuso a
los intentos de Guatemala, auspiciados por Washington, de crear una sola nación
con el resto de los países centroamericanos.
La política exterior de aquellos años, conducida por
Porfirio Díaz y por sus Ministros de Relaciones Exteriores, Ignacio
Luis Vallarta e Ignacio Mariscal fue
radicalmente opuesta a la que se siguió en la primera mitad del siglo.
Lejos de ser vaga
e idealista con posiciones tajantes que no admitían negociación (como se
demostró en el caso de Texas), esta diplomacia tuvo objetivos muy concretos
-como lo fue el lograr el reconocimiento norteamericano- que iban a ser
alcanzados con acciones pragmáticas y acomodaticias. Después de todo, si la
finalidad era el desarrollo económico y esto requería de estabilidad y orden,
¿no era mejor acaso tener a los norteamericanos como socios y no como enemigos?
De hecho, el gobierno de Díaz mataba así dos pájaros de
un tiro, ya que era obvio que no solo necesitaba evitar el conflicto, sino que
también requería del capital y de la tecnología del vecino del norte para el
ansiado desarrollo económico. Ambas cosas las consiguió al mismo tiempo.
Además fue una política exterior mucho más sofisticada
que la de antaño. Se reconocía que Estados Unidos no era una sola entidad monolítica,
sino que estaba compuesto de diversos grupos con distintos intereses, así que
de lo que se trataba era de atraer a los intereses adecuados para neutralizar a
los otros.
A pesar de todo la relación con Estados Unidos marchó
como en ningún otro momento del siglo XIX: en un ambiente de amistad, paz y
apoyo. Con las fronteras abiertas a las inversiones extranjeras y la
estabilidad política garantizada por don Porfirio, el gobierno estadounidense
respiró tranquilo en Washington durante más de tres decenios. Tan estable se
presentaba la administración de Díaz, que los políticos de Estados Unidos se
convirtieron en accionistas de las principales compañías petroleras y
ferrocarrileras. Es de Díaz, la frase "Tan Lejos de Dios y tan cerca de
los Estados Unidos".
Francisco Bulnes escribió:
“Existía una convicción universal de que mientras el general Díaz disfrutase
del apoyo ultra amistoso que le había concedido Estados Unidos, nada debía
temer a las revoluciones. La diplomacia mexicana debió dedicarse a mantener
intactas tan valiosas simpatías, básicas para nuestra orden social”. Durante
los gobiernos de Porfirio Díaz se registraron dos hechos importantes para la
administración pública.
El primero, al expedirse el 11 de febrero de 1883 el
quinto Reglamento Interior del Ministerio de Relaciones Exteriores, y el
segundo, al decretarse la existencia de siete secretarías para el despacho de
los asuntos de orden administrativo del gobierno federal, el 13 de mayo de
1891, estableciéndose la Secretaría de Relaciones Exteriores.
De esta manera, también se integró un Reglamento para el
cuerpo diplomático, el cual fue la Ley reglamentaria del cuerpo diplomático
mexicano de 1888. Es de destacar que don Porfirio Díaz mantuvo una posición
firme en asuntos de la política exterior, ya que también desarrolló una postura
de acercamiento industrial, comercial, cultural y financiero hacia los países
europeos.
CONSECUENCIAS SOCIALES
Si bien durante el porfiriato se lograron avances en la
pacificación del país, el costo social de este progreso fue enorme; la
desigualdad aumento a niveles pocas veces vistos, se crearon zonas de
explotación sistemática de indígenas a los cuales casi se les trataba como
esclavos, como Valle Nacional y buena parte de Yucatán. Además una represión a
la prensa libre, que era silenciada ya sea por medio de sobornos o bien por
torturas y desapariciones.
Las represiones que Díaz ejercía sobre las personas que
exigían una mejor calidad de vida fueron justificadas con una doctrina
filosófica: el Positivismo, la cual proponía "Orden y progreso". Así,
el "Orden" lo mantenía con represiones a los manifestantes, y con ese
factor, tener el "progreso", que era el crecimiento económico que en
esa época se logró.
EL CLERO
El clero recobró gran parte del poder perdido con las Leyes de Reforma y la Guerra
de los Tres Años. Bajo el régimen de Porfirio Díaz pudo seguir obteniendo
diezmos con toda regularidad, afectando así a los sectores desposeídos tanto en
el campo como en las ciudades.
En el campo
también afectaba a los pequeños propietarios, ya que el clero concentraba altas
cantidades de semillas, producto del diezmo de los indios y de los pequeños
propietarios, ya concentrada la producción la vendía a precios más bajos.
Logrando obtener jugosas ganancias dado que no le costaba nada esa producción,
así, los compradores preferían los precios del clero y no el de los productores
REVOLUCIÓN MEXICANA
La Revolución mexicana
fue un conflicto armado que tuvo lugar en México, dando inicio el 20 de noviembre de 1910, acontecimiento político y social más importante del siglo XX en
México.
Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo
el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio
Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 34 años, durante los cuales México
experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política.
Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado
en San Luis Potosí por sedición.
Madero logró escapar de la
prisión estatal y huyó a los Estados
Unidos. Desde San Antonio proclamó el
Plan de San Luis el 20 de noviembre de 1910.
En 1911 se realizaron nuevas elecciones donde resultó electo Madero. Huerta
asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes
revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de la ocupación
estadounidenses de Veracruz, Huerta renunció a la
presidencia y huyó del país.
En el reacomodo de las fuerzas fueron
asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en
1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.
ANTECEDENTES DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA
En 1861. Para esta edad, Díaz era diputado federal y ya había participado en
dos guerras. Durante los últimos años de su gobierno Díaz gozó de poca
credibilidad y sus opositores se iban incrementando debido a que se padecieron diversas crisis simultáneas en todos los
ámbitos: social, político, económico y cultural.
ANTECEDENTES ECONÓMICOS Y SOCIALES
Durante la Colonia muchos
pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales, llamadas de forma
genérica «ejidos». La Ley Lerdo de 1856 declaró baldías las propiedades corporativas, particularmente las de la
Iglesia y las comunidades indígenas.
Entre 1889 y 1890 el gobierno de Díaz dispuso que las tierras comunales se hicieran parcelables.
Otra de las repercusiones del deslinde de tierras y el fraccionamiento
de las tierras comunales indígenas fue que algunos de ellos se rebelaron contra
el gobierno. Los conflictos, que tuvieron lugar a finales del siglo XIX y
principios del XX, fueron protagonizados por mayas, tzotziles, coras, huicholes y rarámuris, entre
otros.
A principios del siglo XX comenzó la
explotación petrolera en México. Una sequía que tuvo lugar en 1908 y 1909 afectó la producción agrícola, por lo que se tuvo que importar maíz por un valor de 27 millones de pesos. Esta situación afectó a gran
parte de la población, ya que el maíz era parte de la dieta del 85 % de la
población.
ANTECEDENTES SOCIALES
Durante el gobierno de Díaz
Morí existían numerosos latifundios, y el 80 % de la población mexicana
dependía del salario rural.
Las leyes de la nación raras
veces se aplicaban dentro de las haciendas, donde los trabajadores eran vistos
como esclavos u objetos de propiedad, existiendo prácticamente una especie de feudalismo. Uno de los medios de comunicación de esta línea era el periódico Regeneración, surgido en 1900.
En 1908 intentaron sublevar al país internándose por el norte, aunque el
levantamiento no tuvo mayores repercusiones y ello provocó que decayera su
influencia.
ANTECEDENTES CULTURALES
Desde principios de siglo
comenzó a cuestionarse el positivismo, ideología que mantenía el grupo en el poder, lo que llevó al
descrédito del darwinismo social.
El coahuilense Francisco I. Madero fue cabeza del Partido Nacional
Antirreeleccionista y autor del Plan de
San Luis, que convocaba a tomar las
armas contra el gobierno de Díaz.
En 1908 la situación política
del país comenzó a agitarse, al darse a conocer una entrevista que realizó James
Creelman, reportero de la Pearson's Magazine, al entonces presidente de Méxicoel 18 de
febrero de ese año.
A raíz de la entrevista de
Creelman al presidente Díaz, y de la aparición del libro de Madero, surgieron
varios partidos políticos, algunos a favor del actual gobierno y otros completamente en contra.
Entre ellos se encontraban el Partido Democrático (en el que habían participado entre otros Benito Juárez Maza y Manuel Calero) y los Reyistas (partidarios del General Bernardo
Reyes), quienes fundaron el Club de
Soberanía Popular, aunque posteriormente el general fue eliminado de la
planilla debido a que fue comisionado a Europa en septiembre de 1909.
Madero realizó tres giras para
promover clubes antirreeleccionistas estatales con miras a celebrar una
convención anual en abril de 1910, en la que se constituiría el Partido Nacional Antirreeleccionista y se designarían los candidatos para las próximas elecciones.
PLAN DE SAN LUIS
Las elecciones se realizaron
el 26 de
junio de ese año, resultando
electos Díaz y Corral. Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo
numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia.
El 6 de
octubre Madero escapó de San Luis
Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios.
El 20 de
noviembre como la fecha en que todos
los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno.
Aquiles
Serdán, político mexicano que había
huido hacia Estados Unidos después de las elecciones, recibió el encargo por
parte de Madero de organizar la revolución en Puebla, de donde era originario.
A pesar de que la muerte de Serdán parecía un fracaso en el intento
revolucionario, la lucha armada tuvo respuesta en el occidente de Chihuahua, no por parte de los antirreeleccionistas, sino de la gente del pueblo
y zonas rurales.
REVOLUCIÓN MADERISTA
El 14 de noviembre, Toribio Ortega, acompañado de cerca de setenta hombres, se adelantó en la lucha armada
debido a que había sido descubierto y se había ordenado su aprehensión,54 por lo que se rebeló contra el gobierno federal en la localidad de Cuchillo
Parado,
El 20 de noviembre, fecha señalada para comenzar la Revolución Mexicana,
tuvieron lugar 13 levantamientos. Díaz tomó el control el ejército federal
desde la capital y ordenó al
general Navarro retomar Ciudad Guerrero con ayuda del 20° batallón de
infantería.
En Zacatecas, Luis Moya se levantó
en armas, venciendo posteriormente a las tropas federales en Aguaje, Durango.
MADERO REGRESA AL PAÍS
Internándose en Zaragoza, al sureste de Ciudad
Juárez, el 14 de
febrero de 1911, Madero decidió regresar
a México. El 6 de marzo, Madero, al
frente de unos 800 irregulares. Madero se
retiró para reorganizar sus fuerzas y recibió el apoyo de Pascual Orozco y
Francisco Villa, quienes operaban en Chihuahua.
PLÁTICAS ENTRE MADERISTAS Y EL GOBIERNO
El padre de Madero y su hermano Gustavo se reunieron con José Ives Limantour, ministro de Hacienda
y Crédito Público, en Nueva
York. Las negociaciones entre
maderistas y el gobierno continuaron, tratando de llegar a un arreglo en el que
Díaz siguiera en el poder.
Desde el 11 de abril, Madero y sus tropas establecieron un cuartel
general cerca de Ciudad Juárez. El 7 de mayo, el presidente Díaz declaró en el
diario La Nación el siguiente
manifiesto:
MEXICANOS
La rebelión iniciada en Chihuahua en noviembre del año pasado y que
paulatinamente ha ido extendiéndose. Algunos ciudadanos patriotas y de buena
voluntad ofreciéronse espontáneamente a servir de mediadores con los jefes
rebeldes. Manifiesto de Porfirio Díaz en La
Nación, 7 de mayo de
1911. Como resultado al día siguiente se
reanudaron las hostilidades, desde las trincheras de un bando hacia otro.
TOMA DE CIUDAD JUÁREZ
Los revolucionarios, liderados por Orozco y Villa, desobedeciendo las
órdenes de Madero, atacaron la guarnición de Ciudad Juárez los días 8 y 9 de mayo y logrando
penetrar sus trincheras. El 17 de
mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana.
RENUNCIA DE DÍAZ
El día 25 de mayo, Porfirio
Díaz se presentó en la Cámara de Diputados para entregar su renuncia ante el
pleno, mediante un documento en el que declaraba:
A los CC. Secretarios de la H.
Cámara de Diputados. El 31 de mayo, Díaz abordó en el puerto de Veracruz el
barco de vapor Ipiranga con
rumbo a Europa, donde permaneció en el exilio hasta el 2 de
julio de 1915, fecha en que falleció.
INTERINATO DE LEÓN DE LA BARRA
Francisco León de la Barra asumió la presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz. De la
Barra formó un gabinete plural en el que se incluyeron porfiristas, maderistas
e independientes, lo cual ocasionó una grave crisis política, acrecentada con la actitud
que tomó Madero frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó severas brechas.
CONFLICTO CON EL ZAPATISMO
Intentando conciliar, Madero
se reunió con Zapata en Cuautla el 18 de
agosto de 1911, donde se comprometió a resolver el problema agrario a cambio de que las
tropas zapatistas fueran licenciadas.
. Poco después, Zapata realizó
un manifiesto dirigido al pueblo de Morelos, en el que acusó a los «traidores
científicos» de querer retomar el poder mientras que, por otra parte, exculpó a
Madero. Adicionalmente, proclamó la existencia del Ejército Libertador del Sur.
DIVISIONISMO DENTRO DEL MOVIMIENTO
Durante el interinato, Bernardo
Reyes regresó al país, asegurando
que tenía interés de unirse a la «revolución legalizada». En una reunión
sostenida por Reyes, de la Barra y Madero, éste último le ofreció a Reyes el
ministerio de Guerra, aunque, ante el descontento de los revolucionarios, el
ofrecimiento se rompió. Además, el 31 de
octubre de 1911 fue proclamado el Plan de Tacubaya,
ELECCIONES PRESIDENCIALES
El Partido
Nacional Católico, fundado el 3 de
mayo de 1911, presentó a Madero
para la presidencia y de la Barra a la vicepresidencia. El partido reyista por
su parte proponía a Bernardo Reyes para la presidencia, y el Partido Liberal
Puro proponía a Emilio Vázquez Gómez.
La elecciones se realizaron en
el mes de octubre, resultando ganadores Francisco I. Madero a la presidencia
(con el 99 % de los votos) y José María Pino Suárez a la vicepresidencia, dando
inicio su mandato el 6 de
noviembre.
PRESIDENCIA DE MADERO (1911-1913)
Durante este periodo de
transición, el 27 de noviembre de 1911 se modificó la Constitución
Mexicana en sus artículos 78 y 109,
prohibiendo así las reelecciones del presidente y vicepresidente, aunque éste
último podía postularse en el período inmediato. Durante el mandato de Madero se transformó
casi en su totalidad la pirámide del poder.
MOVIMIENTO ZAPATISTA
Emiliano
Zapata proclamó el Plan de
Ayala, documento que desconocía el
gobierno maderista. Dos días después de la toma de posesión de Madero, el
presidente envió un representante a Morelos pidiendo que Zapata licenciara sus
tropas.
Al enterarse del Plan de
Ayala, el presidente Madero redobló los esfuerzos por terminar con el
movimiento sin conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor
enemistad con los hacendados.
A lo largo de 1912 la lucha
entre zapatistas y el gobierno fue de reducida intensidad, entre pocos y
pequeños grupos rebeldes zapatistas y las tropas del general Felipe
Ángeles, quien había recibido
instrucciones de Madero de que la lucha no fuera excesivamente violenta.
LEVANTAMIENTO
DE PASCUAL OROZCO
Desde el momento en que Pascual
Orozco desobedeció las órdenes de
Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se rompieron las relaciones entre
estos dos personajes.
En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno de Madero y llamó a
levantarse en armas contra él por medio del Plan de la Empacadora.
MOVIMIENTOS CONTRARREVOLUCIONARIOS
Bernardo Reyes había intentado
competir en las elecciones para presidente en 1911, pero ante las amenazas de
los maderistas decidió salir del país y desde San Antonio, Texas, lanzó el Plan de la Soledad en noviembre de 1911, el cual buscaba desconocer el gobierno de Madero.
En el estado de Veracruz, Félix
Díaz, sobrino de Porfirio, se levantó en armas el 16 de
octubre de 1912 seguido de algunos
militares de la zona.
INTERVENCIÓN
DEL EMBAJADOR WILSON
El embajador estadounidense en
México, Henry Lane Wilson, se involucró en la política nacional mexicana. Wilson se encargó
entonces de acrecentar las fricciones entre ambos países enviando a su gobierno
informes alarmistas sobre la situación del país, por lo que el gobierno de
Estados Unidos exigió que se salvaguardara la integridad de sus ciudadanos
radicados en México y que se garantizaran las inversiones realizadas.
LA DECENA TRÁGICA
Desde mediados de 1912 se había estado gestando una conspiración en la
que participaron Rodolfo Reyes, hijo de Bernardo, y los generales Manuel Mondragón, representante de Félix Díaz, y Gregorio Ruiz. El día 9 de febrero se
inició el golpe de Estado que se consumó en diez días, por lo que es conocido tal acontecimiento
como «Decena Trágica».
Madero regresó confiado a la
capital acompañado del general Ángeles y Rubio Navarrete, que se había trasladado desde Querétaro. Huerta se encargó de retrasar y entorpecer los ataques, por lo que
Gustavo Madero lo mandó aprehender. El 17 de febrero, Huerta recusó los cargos
de Gustavo, reafirmando su lealtad a Francisco I. Madero.
Madero y Pino Suárez
permanecieron presos en Palacio Nacional hasta la noche del 22 de febrero,
siendo luego trasladados a la Penitenciaria del Distrito Federal, pero casi al llegar a su destino fueron asesinados.
DICTADURA DE VICTORIANO HUERTA
Victoriano Huerta, al llegar al poder, se volvió un dictador que anuló
la democracia y la libertad por medio de la fuerza militar. La gestión huertista
se propuso entonces dos metas: lograr la pacificación del país y lograr el
reconocimiento internacional de su gobierno, especialmente por parte de los
Estados Unidos.
La Cámara de Diputados se opuso al gobierno huertista e incluso la
facción maderista fue sumamente crítica con sus acciones. Cuando la Cámara de Senadores tuvo conocimiento de estos hechos sus miembros acordaron disolver su
propia Cámara, por lo que Huerta asumió facultades extraordinarias.
RELACIÓN CON LOS ESTADOS UNIDOS
John Lind llegó a México para
sustituir a Henry Lane Wilson y presentó a Huerta en agosto de 1913 cuatro
propuestas del gobierno estadounidense:108
- Cese al fuego inmediato y
armisticio definitivo.
- Elecciones libres
inmediatas con la participación de todas las facciones.
- Que el general Huerta no
participara en dichos comicios.
- Acuerdo de todos los
partidos de acatar el resultado y cooperar en el nuevo gobierno.
Las propuestas fueron rechazadas por medio del secretario de Relaciones
Exteriores, Federico Gamboa.
REVOLUCIÓN CONSTITUCIONALISTA
El ascenso al poder de Huerta
provocó que los antiporfiristas se levantaran en armas, iniciando lo que se
conoce como «Revolución constitucionalista» en marzo de 1913 en el norte de
México.
PLAN DE GUADALUPE
El día 26 de marzo de 1913,
reunidos en la Hacienda de Guadalupe, en Saltillo, Carranza y otras personalidades, entre las que destacan Lucio
Blanco y Jacinto B. Treviño, proclamaron el Plan de
Guadalupe, que desconocía a los tres
poderes de la federación y comunicaba que se tomarían las armas para restablecer el orden
constitucional.
MOVIMIENTOS EN EL NORTE DEL PAÍS
Este movimiento se caracterizó por tener una naturaleza legalista, cuyos
segundos mandos estaban compuestos por los principales políticos y burócratas
del estado. El 18 de abril tuvo lugar
en Monclova, Coahuila, una convención a la que acudieron representantes del movimiento
revolucionario de los estados de Chihuahua, Sonora y Coahuila.
La División del Noreste,
comandada por Pablo González, y la División del Centro, al mando de Pánfilo
Natera, completaron las tropas
constitucionalistas que se enfrentaron al régimen huertista durante la segunda
mitad de 1913.
MOVIMIENTOS EN EL CENTRO Y SUR DEL PAÍS
A diferencia de la activa
participación que se vivió durante esta etapa en el norte del país, las
regiones del centro y sur del territorio nacional estuvieron poco involucradas
en el proceso, salvo algunos movimientos de consideración.
En el centro del país, por el hecho que la población tuviera un carácter
urbano-industrial y el control mantenido por el ejército huertista, la rebelión
tuvo un débil desarrollo.
Dentro de los movimientos de la zona destacó el de Zapata, que también
luchó contra el gobierno federal al cual desconoció el 4 de marzo, aunque lo
hizo como un movimiento independiente al llamado «constitucionalista.
INTERVENCIÓN ESTADOUNIDENSE
El 9 de abril, seis barcos estadounidenses anclaron cerca del puerto de Tampico, y cuando uno de ellos se acercó al puerto, su personal fue aprehendido
por soldados federales mexicanos. La infantería estadounidense tomó la aduana
de Veracruz el 21 de abril de 1914,
posteriormente todo el puerto y el día 22 el de Tampico.
Huerta rompió entonces las relaciones diplomáticas con los Estados
Unidos y envió a la mayor parte de su ejército al estado. Principales
movimientos de la revolución constitucionalista.
·
Para inicios de 1914 los revolucionarios dominaban casi todo el norte del país (a excepción
de Baja California.
·
Durante marzo y abril de 1914
los ejércitos del norte comenzaron a avanzar hacia la capital, Obregón por
occidente, Villa por el centro, y Pablo González por el este con la intención
de derrocar a Huerta, lo que motivó y facilitó el estallido de numerosos
alzamientos en los estados centrales del país.
TOMA DE ZACATECAS
Especialmente, la ciudad de Zacatecas tenía una gran importancia para ambos bandos debido a que era un cruce
ferroviario que debían de tomar los revolucionarios procedentes del norte del
país antes de llegar hasta la capital.
Felipe Ángeles llegó a Calera (a 25 kilómetros de Zacatecas) el 19 de junio de 1914 y salió a reconocer el
terreno para la batalla.
Las tropas de Villa mataron a
una gran cantidad de soldados que trataban de huir, contabilizándose cinco mil
muertos en el bando federal, por tres mil en el bando revolucionario.
A pesar de la victoria, Villa no pudo ser el primero en llegar a la
capital debido a que Carranza bloqueó los envíos de carbón a la División del
Norte, el cual era necesario para alimentar los ferrocarriles de Villa.
TRIUNFO REVOLUCIONARIO
El 14 de julio de 1914 Huerta huyó de la capital y al día siguiente, 15 de julio, presentó ante el Congreso su
renuncia. Después de pláticas entre el gobierno y carrancistas, el 14 de agosto de ese mismo año se firmaron
los Tratados de Teoloyucan, en donde se presentaba formalmente la rendición incondicional del
ejército federal. Tras la renuncia de Huerta la capital fue rápidamente ocupada
por el Ejército Constitucionalista ese mismo 15 de julio.
CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES
La apertura de la Convención se llevó a cabo el 1 de octubre en la Ciudad de México y fue
presidida por Luis Cabrera. Las sesiones fueron reanudadas el 10 de octubre en la ciudad de Aguascalientes, siendo presididas por Antonio I. Villarreal, José Isabel Robles, Pánfilo Natera, Mateo Almanza, Marciano González, Samuel Santos y Vito Alessio Robles.
La Convención nombró a Eulalio Gutiérrez presidente interino. Al enterarse del nombramiento el 10 de noviembre, Carranza desconoció el
acuerdo de la Convención y su derecho a nombrar presidente, declarando que
Gutiérrez era un presidente espurio.
En Veracruz Carranza gobernó de
facto el país: el 12 de diciembre de 1914 reformó el Plan de Guadalupe y
poco después, el 6 de enero de 1915, promulgó una serie de leyes redactadas por Luis Cabrera.
TRIUNFO DEL CONSTITUCIONALISMO
Desde inicios de 1915 era
claro que la lucha por el poder continuaría, ahora entre carrancistas,
villistas y zapatistas. Los últimos dos grupos contaban para entonces con la
ventaja de tener un ejército más numeroso y habían ocupado la capital, aunque
conforme avanzó ese año la balanza se fue inclinando hacia el bando carrancista
gracias a las victorias de Álvaro Obregón frente al ejército de Francisco Villa
y a que, a pesar del pacto realizado en Xochimilco, nunca hubo una verdadera
colaboración entre Villa y Zapata debido a que éste último tenía por objetivo
mantener aislada su región, por lo que se mantenía a la defensiva.
En total se desarrollaron cuatro batallas en el bajío guanajuatense, y a
pesar de que todas las ganó Obregón, en la última, en el poblado de Santa Ana del Conde, un casco de metralla lo hirió en el brazo derecho, por lo que los
médicos se lo amputaron.
Durante esta etapa la organización sirvió a manera
de «unión» para agrupaciones sindicales y mutualistas posicionados en la Ciudad
de México, además de que tuvo una composición plural, ya que tanto anarquistas
como católicos integraban sus filas. Tras el triunfo de la
revolución constitucionalista en agosto de 1914 y el posterior exilio de Victoriano Huerta,
Obregón reabrió la COM. Sin embargo, la lucha entre las facciones carrancistas
y convencionistas causó debates sobre el camino que debía de seguir la organización.
Esto dio origen a los llamados Batallones rojos, grupos militares de
trabajadores del Distrito Federal que tendrían por tarea «combatir a los
campesinos-militares de la División del Norte y del Ejército Libertador del Sur
durante la Revolución mexicana».
BATALLA DE COLUMBUS
A partir de ese momento la relación entre
Wilson y Carranza mejoró, lo que hizo que Villa se sintiera traicionado por
parte del gobierno estadounidense, al mismo tiempo que aseguró que Carranza
había aceptado las condiciones estadounidenses a expensas de sacrificar la
política y economía de México
El 11 de enero de 1916 un grupo de soldados villistas detuvo
un tren en Santa
Isabel, Chihuahua asesinando a 17 ciudadanos estadounidenses, mineros e ingenieros, que
habían ido al país por invitación de Carranza
Poco antes del amanecer del 10 de mayo de 1916, Villa atacó con 400 hombres el poblado
de Columbus,
Nuevo México, al grito de «¡Viva México!» y «¡Viva Villa!» y los cuarteles del 13°
regimiento de caballería.
EXPEDICIÓN PUNITIVA ESTADOUNIDENSE
El ataque a Columbus ocasionó
que el Congreso de los Estados Unidos diera autorización para castigar a los responsables del ataque, por lo
que tropas estadounidenses se internaron en el país. De esta forma, un total
5.000 soldados al mando del general John J.
Pershing encabezaron una expedición
punitiva, de once meses de duración.
Durante la expedición los estadounidenses tuvieron
altercados con la población civil, como el del 12 de abril en Parral,
Chihuahua, e incluso con el ejército carrancista, en junio de 1916 en El
Carrizal. Las tropas, que llegaron a
contar 15.000 en territorio mexicano, finalmente salieron del país en enero de
1917 sin haber podido encontrar a Villa
CONGRESO CONSTITUYENTE
A pesar de que Carranza se
había levantado contra el gobierno huertista con la promesa de restaurar la Constitución
de 1857, optó por redactar una nueva constitución que cumpliera con las
promesas hechas a campesinos y obreros durante el conflicto armado, esto con la
finalidad de evitar que los principales actores quedaran insatisfechos y de
nuevo se creara una inestabilidad social y política. En diciembre de 1916,
Carranza, virtual triunfador del conflicto, convocó a un Congreso
constituyente formado exclusivamente por seguidores carrancistas y reunidos en la
ciudad de Querétaro
Dentro de los artículos
promulgados en la «Carta Magna» sobresalen:
- Artículo 3.º: La
educación que imparta el Estado debe ser laica, gratuita y obligatoria.
- Artículo 27.º: El suelo y
subsuelo pertenecen a la Nación, no pudiendo ninguna corporación religiosa
ser propietaria.
- Artículo 123.º: Regula
las relaciones obrero-patronales en el país, concediéndole autoridad al
Estado el derecho de intervenir en conflictos de este tipo.
- Artículo 130.º: Regula la
relación Iglesia-Estado, haciendo la separación y estipulando que los
miembros religiosos no pueden poseer bien alguno o participar en la
política interna.
ACTIVIDAD REVOLUCIONARIA Y
CONTRARREVOLUCIONARIA DE 1916 A 1928
Carranza gobernó de 1917 a
1920, aunque no logró pacificar del todo al país ya que continuaron
levantamientos villistas en el norte, zapatistas en el sur, otro movimiento
contrarrevolucionario de Félix Díaz que duró hasta mediados de 1920, así como
otras rebeliones en Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
A grandes rasgos se pueden
dividir en 3 grupos los movimientos anticarrancistas: los revolucionarios
anticonstitucionalistas, en donde destacan los villistas, los zapatistas, los cedillistas en San Luis Potosí, arenistas, ubicados en el estado de Tlaxcala, y los calimayoristas en Chiapas; los contrarrevolucionarios, entre los que se
encuentran los pelaecistas, quienes se ubicaron en la
costa superior del Golfo de México, los felicistas, quienes apoyaron a Félix Díaz durante su
incursión al país por Tamaulipas y lo siguieron posteriormente por Oaxaca,
Chiapas y Guatemala y de regreso nuevamente por Veracruz, en una campaña que
duraría hasta mediados de 1920, los soberanistas, que operaban en Oaxaca y
cuyos principales líderes eran José Inés Dávila y Guillermo Meixueiro, mapachistas y pinedistas, conocidos comúnmente como
«finqueros» y que operaban en el estado de Chiapas, y los aguilaristas, que se encontraban en
Oaxaca.
ASESINATO DE ZAPATA
Para acabar con el movimiento
de Zapata, Carranza comisionó al general Pablo
González Garza para que realizara una campaña de exterminio de la población. Cuando
Zapata se enteró de lo diho por Guajardo, lo invitó a integrarse a sus filas.
Luego de una serie de
negociaciones y de que Guajardo mandara a asesinar a varios ex zapatistas que
se habían integrado a los carrancistas como muestra de sus supuestas
intenciones, se concertó una reunión para sellar la supuesta alianza en la
hacienda de Chinameca el 10 de abril de 1919.
Cuando Zapata cruzó el portón,
un clarín tocó el saludo y los diez soldados de la guardia de honor, que
presentaban armas, le dispararon simultáneamente. Guajardo fue ascendido a
general y recibió de Carranza 50.000 pesos por «notables servicios en el
ejercicio de sus funciones militares.
PLAN DE AGUA PRIETA Y ASESINATO DE CARRANZA
Al momento de estar cerca la
sucesión presidencial, Carranza favoreció a Ignacio Bonillas como su sucesor e intentó
acusar a Obregón de conspiración, lo que ocasionó malestar en Plutarco Elías
Calles, Obregón y Adolfo de
la Huerta, quienes proclamaron el Plan de
Agua Prieta, documento por medio del cual desconocían el gobierno
constitucionalista y proclamaba la soberanía del estado de Sonora.
Ante la imposibilidad de hacer
frente y defender exitosamente la capital ante el inminente ataque del grupo de
Sonora, Carranza se dirigió hacia Veracruz con mobiliario del Palacio Nacional,
máquinas para imprimir moneda y el erario nacional.
PRESIDENCIA INTERINA DE ADOLFO DE LA HUERTA
Tras la muerte de Carranza,
Adolfo de la Huerta fue nombrado por el Congreso
de la Unión presidente provisional el 1 de junio de 1920. Durante su mandato logró que Francisco Villa
dejara la vida militar al firmar los Convenios de Sabinas, con lo que se le otorgó el
grado de general de división y la hacienda de Canutillo, en Chihuahua, a donde
se retiró para dedicarse a labores del campo.
ASESINATO DE VILLA
El 20 de julio de 1923 Francisco Villa, acompañado del coronel
Miguel
Trillo, Rafael
Medrano y Claro
Hurtado, además de su asistente, Daniel Tamayo, fue emboscado por Jesús
Salas Barraza a la entrada de Parral, muriendo el caudillo a las 8:15 de la mañana en
el lugar. Ramón
Contreras, miembro también de su guardia personal, fue el único que sobrevivió. Hasta la fecha se han especulado las causas verdaderas de su asesinato,
aunque generalmente éste es atribuido a órdenes de Obregón o Calles.
PRESIDENCIAS DE ÁLVARO OBREGÓN Y PLUTARCO
ELÍAS CALLES
Obregón fue presidente entre
1920 y 1924. De la Huerta quiso ser elegido presidente nuevamente, pero al ver
que Obregón favorecía a Plutarco Elías Calles desconoció al gobierno, lo que
desencadenó la denominada rebelión
de la huertista, que fue apoyada por las dos terceras partes del ejército nacional.
Durante los dos últimos años
de su gobierno la situación interna del país se volvió crítica debido a la
posición de Calles respecto a la iglesia católica, lo que provocó el
surgimiento de un movimiento armado conocido como «guerra cristera». Poco antes de terminar su
mandato se reformaron los artículos 13 y 82, con lo que existiría la
posibilidad de que Obregón fuera electo presidente nuevamente
Tras la muerte de Obregón,
Calles dio un discurso público en el que aseguró que la etapa de los caudillos
llegaba a su fin y comenzaba el de las instituciones. En 1929 fundó el Partido
Nacional Revolucionario, posteriormente llamado Partido
de la Revolución Mexicana y finalmente Partido Revolucionario Institucional, el cual gobernó al país por
70 años.
CONTROVERSIAS HISTORIOGRÁFICAS
NÚMERO DE MUERTOS
No se tiene un número exacto
de la cantidad de muertos que hubo durante la Revolución mexicana. La mayoría
de las fuentes apuntan que entre un millón, y 2 millones de personas murieron
durante esta etapa de la historia
de México.
Esta diferencia aproximada de
1 millón es la que se ha tomado como la cantidad de muertos ocasionados por el
conflicto armado, aunque esa cifra está conformada por la gente que murió en
combate, la disminución de la natalidad, la inmigración a países como los
Estados Unidos, Guatemala, Cuba y otros de Europa, los muertos a causa de la hambruna, así como los muertos debido a una pandemia desatada en 1918 de gripe española, la cual se asegura llegó a
causar la muerte de 450.000 personas.
Los estudios demográficos que
se realizaron posteriormente sobre el tema subieron la cifra de muertes. De
esta manera, Manuel Gamio sostendría que hubo 2 millones de muertos, mientras
que Gilberto Loyo, padre de la demografía mexicana, elevó el número a dos
millones y medio de muertos. Más recientemente, Moisés González Navarro en un
estudio inédito bajaría la cifra a 1.9 millones. Mientras, en un estudio
estadounidense, Andrew Collver haría variar la estadística de este dato entre
2.5 y 3.1 millones.
DIFERENCIA EN LAS FECHAS
Las fuentes disponibles no concuerdan en cuanto al fin de la Revolución
mexicana. Algunas fuentes lo sitúan en el año de 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana, o 1924 con la de Plutarco Elías Calles. Por otro lado, el historiador inglés Alan Knight, de la Universidad de Oxford, incluso asegura que terminó en los años
1940
CUESTIONAMIENTOS HISTORIOGRÁFICOS
Historiadores contemporáneos como Adolfo
Gilly, Friedrich
Katz, Alan
Knight, Macario Schettino o Jean Meyer, han cuestionado
los estudios hechos sobre esta etapa, debido a que gran parte de los mismos
fueron hechos bajo la óptica fundacional del Partido Revolucionario
Institucional.
LEGADO
DESFILE DEL 20 DE NOVIEMBRE
En 1928 se realizó una carrera de relevos para celebrar el aniversario del inicio de la Revolución mexicana,
realizándose al año siguiente un desfile militar-deportivo en el Campo Militar
en Balbuena. Asimismo,
en 1930 se realizó el desfile en las calles del centro histórico.
Al día de hoy en el evento
participan figuras destacadas dentro del deporte nacional (el mismo día se
entrega el Premio Nacional del Deporte de manos del presidente), la Armada de
México, fuerzas
armadas y fuerzas
policíacas.
MUSEOS
En la República mexicana
existen varios museos y monumentos dedicados a este conflicto bélico. Algunos
de ellos son:
- Monumento a la Revolución.- El monumento se encuentra en la Ciudad de México, y
originalmente estaba planeado para ser el Palacio Legislativo, siendo
Porfirio Díaz quien puso la primera piedra el 23 de septiembre de 1910. En el monumento se encuentran los restos de Francisco I.
Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas.
- Monumento
a los Defensores.- El
monumento se encuentra en la ciudad fronteriza de Tijuana, y está dedicado a quienes combatieron a los soldados
estadounidenses durante la revolución y con motivo del centenario del
nacimiento de Francisco Villa.
- Museo
Nacional de la Revolución.- El
20 de noviembre de 1986 se inauguró en el sótano del Monumento a la
Revolución este museo, bajo la administración de Miguel de la Madrid.
- Museo
Regional de la Revolución Mexicana.- Este museo se encuentra en la ciudad de Puebla, y es la antigua casa de Aquiles Serdán. En 1960 la propiedad se encontraba en remate, por lo que el entonces
Secretario de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz rescató el inmueble y ese mismo año fue abierto el museo.
- Museo
de la Revolución Mexicana en
Chihuahua.- El museo se encuentra en la antigua casa de Luz Corral, viuda de Francisco Villa. En dicho museo se exhibe, entre otras
cosas, al automóvil que manejaba el caudillo el día de su muerte.
- Museo
de la Revolución.- El
museo se encuentra en la ciudad de Torreón, Coahuila. Fue inaugurado en octubre de 2007 y se centra en la vida de
Francisco Villa y Francisco I. Madero.
- Museo
de la Revolución.- Este
museo se encuentra también en el estado de Coahuila, en la ciudad de Saltillo, y se centra en la vida de Francisco I. Madero.
Museo
Sonora en la Revolución.- El museo se encuentra en Ciudad
Obregón, en el estado de Sonora. Fue
construido en la casa de Francisco Obregón Tapia, hijo de Álvaro Obregón.
CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN
El 16 de junio del año 2006, mediante decreto del Congreso de la Unión, el año
2010 fue declarado como el «año del Bicentenario del inicio del movimiento de
Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana»,y el 29 de octubre de 2007, por acuerdo de la LX Legislatura del Senado de la República.
Dentro de las actividades
programadas se encuentran edición de libros, foros, seminarios nacionales e
internacionales, campañas publicitarias en medios de comunicación, así como la
emisión de programas en radio y televisión, entre otras
LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN LA CULTURA
NOVELAS
Existe una serie de
novelas que reproducen este movimiento suscitado entre 1910 y 1917, las cuales, mediante cuadros sucesivos o fotografías narrativas de lo acontecido, relatan las
experiencias directas de las personas durante el movimiento.
La novela revolucionaria, como
género, comenzó a escribirse en 1928 (aunque algunos escritos como los de Mariano Azuela son anteriores a esta fecha)
y culminó a mitad de la década de 1940.
PELÍCULAS
Durante el conflicto armado muchos camarógrafos mexicanos siguieron los
acontecimientos de la revolución. Uno de ellos fue Salvador Toscano, quien
grabó películas cortas con su cinematógrafo Lumière, las cuales fueron unidas
por su hija Carmen Toscano, responsable de culminar la película de 1950 Memorias de un mexicano.
- Viva
Villa, del año (1935), con Wallance Berry en el papel de Villa.
- Vámonos
con Pancho Villa (1935)
de Fernando de Fuentes.
- La
Adelita (1937) de Guillermo
Hernández G..
- Con los Dorados de Villa (1939) de Raúl
de Anda.
- Si Adelita se fuera con otro (1948) de Chano
Urueta.
- ¡Viva
Zapata! (1952), con la actuación
de Marlon Brando como Zapata.
- La Escondida (1955) de Roberto Gavaldón y con la actuación de María Félix.
- Así era Pancho Villa (1957) con la actuación de Ismael Rodríguez.
- Pancho Villa y la Valentina (1958) con la actuación de Ismael Rodríguez.
- Cuando ¡viva Villa! es la muerte (1958) con la actuación de Ismael Rodríguez.
- La
Valentina (1966) de Roberto
Rodríguez.
- La
soldadera (1966) de José Bolaños y
con la actuación de Silvia
Pinal.
- Zapata,
el sueño del héroe (2004)
de Alfonso Arau.
CORRIDOS
Durante la Revolución mexicana
la forma musical conocida como «corrido» tuvo un gran auge. Este tipo de composiciones musicales tienen su
origen en el antiguo romance
español, siendo canciones que narran acontecimientos reales, dotados con
visiones épicas o heroicas con respecto a los protagonistas o los
acontecimientos.
El corrido constituyó entonces un medio de
comunicación popular, por medio de los cuales se contaba la vida y obra de
héroes como Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Francisco Villa o Felipe
Ángeles. Uno de los corridos más conocidos es el de La Adelita, cuyos versos dicen lo siguiente:
Si Adelita se fuera con otro
le seguiría por tierra y por
mar
si es por mar en un buque de
guerra
si es por tierra en un tren
militar.
Si Adelita quisiera ser mi
esposa,
y si Adelita ya fuera mi
mujer,
le compraría un vestido de
seda
para llevarla a bailar al
cuartel.
ADELITAS
En novelas, murales, películas
y corridos relativos a la Revolución una figura muy frecuente es el de las
«Adelitas» o soldaderas, mujeres que se encontraban en el campo de batalla.
Oficialmente las adelitas no
tenían deberes militares, sino más bien domésticos: conseguir alimentos,
cocinar y cargar bultos y armas, entre otras cosas, aunque hubieron algunas que combatieron,
incluso algunas alcanzaron los grados de coronel, teniente o capitán. Entre
ellas destacan Margarita Neri en Guerrero, Rosa Bobadilla en Morelos o Juana
Ramona viuda de Flores en Sinaloa, y María de Jesús de la Rosa "la
Coronela", en Tamaulipas.
PERSONAJES PRINCIPALES
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Porfirio Díaz
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1 de diciembre de 1884 –
25 de mayo de 1911 |
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6 de noviembre de 1911 -
18 de febrero de 1913 |
||
Victoriano Huerta
|
18 de febrero de 1913 -
14 de julio de 1914 |
||
Francisco Villa
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Emiliano Zapata
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Venustiano Carranza
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Felipe Ángeles
|
Leal al Ejército Mexicano de 1883 a 1913, al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1914 y a la División del Norte de 1913 a 1915 y de 1918 a 1919
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Pánfilo Natera
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Leal al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1920
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Pablo González Garza
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Leal al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1920
|
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Pascual Orozco
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Plutarco Elías Calles
|
1 de diciembre de 1924 –
30 de noviembre de 1928 |
CONCLUSIÓN
En
este módulo hemos tenido la oportunidad de poder comprender todo cambio
histórico, de la conquista de nuestro continente americano, por diversas
potencias de países europeos, pero lo más importante de nuestra patria mexicana, que con su historia su Independencia
y su revolución con la que fue unas de las consecuencias
de un proceso de cambio político y social.
También conocimos los movimientos,
dictaduras, triunfos revolucionarios y
toda fecha histórica, así como de sus gobernantes lo bueno, pero también de lo
malo ya que todo esto fue importante para
su mejor comprensión.
De tal manera en este momento, sabemos perfectamente
que con las
características y fenómenos con los que abrimos este nuevo siglo en nuestro
país, fue gracias precisamente a la historia mencionada en este módulo.
Por
lo que podemos observar como el
resultado directo e indirecto de factores políticos, económicos y culturales
que se interrelacionan, le han asignado un sello particular a este inicio de
milenio como mexicanos a lo largo y ancho del territorio nacional.
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